¡Tuppeteros! ¡Inauguramos sección! Los miércoles gastronómicos. Cada semana te desvelaremos el origen, los secretos y las formas de elaboración de alguno de nuestros platos. Todos ellos los podrás encontrar en la web de Que Cocine Peter. Tenemos una selección de más de 1000 platos caseros que enviamos en tuppers a domicilio. Elige el plato que más te llama la atención y haznoslo saber por redes sociales (@quecocinepeter) para incluirlo en nuestros miércoles gastronómicos. El plato de esta semana es el auténtico cocido madrileño. Conócelo:
El cocido madrileño es el plato más representativo de la gastronomía de la capital y cuenta con millones de fans. Se consume frecuentemente en días fríos de otoño e invierno y es un aliado muy recurrente para las comidas familiares de los domingos, aunque también es perfecto para otras épocas del año.
Hay tantas variedades de cocido como formas de elaborarlo a lo largo de la geografía española, pero sin duda el más emblemático es el madrileño. La Real Academia Española (RAE) define cocido en su segunda acepción como la olla de comida preparada con carne, tocino, legumbres y hortalizas. Y lo cierto es que el cocido se podría clasificar como un guiso. Su receta es sencilla, te la contamos a continuación. Sin embargo, en el caso de que no tengas tiempo para cocinar, siempre puedes pedir el auténtico cocido madrileño a Que Cocine Peter. En un periodo de 24-48 horas llegará tu comida casera en tupper lista para calentar y degustar sin que te compliques ni enredes en preparaciones.
Receta del auténtico cocido madrileño
Como te decimos, el cocido es un plato popular y quizás su éxito deriva de la facilidad de su elaboración, de sus baratos ingredientes y su disponibilidad no estacionaria. Se compone de tres partes o vuelcos. Los garbanzos, las patatas y las verduras, serían uno, la carne y la sopa (por separado), los restantes.
Para la elaboración del cocido necesitamos antelación. Los garbanzos deben remojarse en agua con un puñado de sal gruesa desde la noche anterior a la preparación. Tiempo suficiente para que se reblandezcan y estén tiernos. 250 gramos serán suficientes para 4 raciones.
El vuelco de las carnes es un popurrí de pollo de corral o gallina, morcillo de ternera, jamón de pieza, es decir, sin trocear, y chorizo al gusto. Para la preparación de todas estas carnes, debemos meterlas en una olla con agua fría, excepto el chorizo, que se añadirá más tarde. Se debe poner a hervir a fuego medio la olla durante unas 3 horas aproximadamente. Mientras, se puede ir quitando la grasa e impurezas del caldo con una espumadera.
Cuando la olla empiece a hervir, es el momento de añadir los garbanzos, previamente lavados y escurridos. A la hora le añadimos el chorizo que nos faltaba y sal al gusto.
Las verduras más comunes que el cocido lleva son la zanahoria y la patata, aunque dependiendo de la casa donde se elabore, también se añade repollo, puerro o nabo. Cuando falten unos 30 minutos para que el tiempo termine (las 3 horas que indicamos al comienzo), añadimos las verduras al puchero.
Pasado el tiempo simplemente hay que colar los ingredientes y separarlos del caldo, ya que este nos servirá para hacer la sopa de cocido, el último vuelco. Esta se puede tomar en formato consomé, sin fideos, o añadirle fideos al gusto. El caldo habrá cogido en la cocción el sabor de todos los ingredientes, dándole el característico gusto a jamón.
Las formas de presentación son diferentes. En la mayoría de las casas se sirve la sopa por un lado, los garbanzos y la verdura en otro plato, y la carne en un tercer recipiente. No obstante, entre los fans del cocido existen dos tipos de personas: los que deciden mezclar los garbanzos en la sopa y los que prefieren comerlos por separado. ¿Tu de cuál eres?
El origen: de los campesinos a las cortes
Ya tienes todas las herramientas y conocimientos para elaborar un auténtico cocido madrileño, pero te falta conocer su historia. El origen del cocido madrileño es algo fortuito según Madrid Secreto. Surgió de forma experimental y fue adquiriendo forma hasta elaborarse tal y como lo conocemos hoy.
Los garbanzos son una legumbre que se utiliza en Europa desde tiempos remotos. Ya en la Antigua Roma se consideraba un alimento pobre y bárbaro según cuentan en El Confidencial. En España se comenzaron a consumir durante la ocupación musulmana, pero fueron los judíos sefardíes los que popularizaron su consumo dentro de los guisos y estofados.
En el «Don Quijote de la Mancha» de Cervantes, ya se hace referencia a guisos con garbanzos de este tipo, a los que se denominaba «ollas».
La denominación de «Cocido Madrileño» surge en el siglo XVII. En el comienzo era un plato propio de las clases más bajas, un plato humilde que servía para hacer entrar en calor a aquellos que no tenían con qué calentarse. Además los ingredientes eran sencillos y económicos. En definitiva, accesibles para las clases menos acomodadas.
Sin embargo, poco a poco empezó a tener éxito en las clases altas y llegó incluso a la Corte. Cándido Collar, cocinero de la Infanta Isabel de Borbón, aseguró preparar este manjar para la monarquía.
Hoy son muchos los restaurantes que elaboran el cocido en todo Madrid. Sin embargo, los más famosos y antiguos son el Lardhy y La Bola, que continúan sirviendo este plato desde finales del siglo XIX.
Otras variedades de cocido
Probablemente el cocido sea, junto con la paella, el plato que más variedades presenta en sus formas de elaboración. Como hemos comentado antes, dependiendo del lugar donde nos encontremos, se elabora de una forma u otra.
Además del auténtico cocido madrileño o castellano, podemos encontrar el cocido extremeño, que se elabora con cerdo y garbanzos principalmente; el pote o cocido asturiano, que en vez de garbanzos lleva alubias blancas o fabes, además de pimentón y otro ingredientes; el cocido andaluz, un puchero que solo se sirve en dos vuelcos; el montañés, que se elabora en Cantabria con alubias y tocino, la olla gitana o cocido con pelotas, que se elabora en Murcia con muchas más verduras procedentes de la huerta de murcia y con albóndigas (pelotas); o la escudella i carn d’olla la variedad catalana a la que se le añade butifarra.
Si quieres que en próximos miércoles gastronómicos comentemos alguno de estos platos, haznoslo saber en nuestras redes sociales (@quecocinepeter) o deja un comentario en esta entrada.
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